Quizá no sea ‘a las barricadas’ el grito de guerra más adecuado para un congreso provincial de PP, pero sí refleja claramente el proceso que ha comenzado, tras el paseo triunfal y previsible de Juan Manuel Moreno, reelegido nuevamente presidente de los populares andaluces. Ahora sí toca y tras aquella primera y sorprendente foto de uno de los aún aspirantes, el alcalde de Porcuna, Miguel Moreno Lorente, en la puerta de la Diputación Provincial con un nutrido grupo de primeros ediles del PP, como si de una guerrero ibero sacado del mismo yacimiento de Cerrillo Blanco, no se muerde la boca y acusa al actual presidente y secretario de Estado, José Enrique Fernández de Moya, de dirigir un partido donde no hay democracia, de haber salido corriendo a los pocos meses de ser reelegido alcalde de Jaén o de preocuparse siempre más de la capital que del resto de localidades de la provincia. Del otro bando, quienes apoyan al jefe De Moya, comienzan a escenificar sus apoyos y arguyen que Miguel Moreno y los suyos no darán batalla a Francisco Reyes, verdadera obsesión de Fernández de Moya. Mientras tanto, el de Porcuna denuncia ya amenazas a quienes le apoyan. Y es que desde que De Moya alcanzara la presidencia en 2000, ningún aspirante llegó a ser candidato.
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