El borrador del Plan de Movilidad del Centro Histórico de Jerez presentado por el Gobierno local el pasado viernes otorga todo el protagonismo al peatón, con una reordenación de la red viaria planteada a medio y largo plazo para la que la alcaldesa quiere un “amplio consenso”. Para ello entre mayo y junio llevará a cabo una serie de encuentros con los colectivos implicados con la previsión de poder empezar a actuar en julio.
De momento, las sensaciones de los vecinos y comerciantes ante la propuesta de contar con un centro más accesible y peatonal, con la implantación de una red que afectará sobre todo a la zona de Intramuros, son positivas. Eso sí, aunque se muestran prudentes, ambos tienen claro que este plan deberá ir acompañado de otras medidas, priorizando entre todas ellas la mejora del transporte público urbano, además de abastecer a los conductores de zonas de aparcamientos encaminadas a este centro amable y sostenible. En este sentido, el presidente de la asociación de vecinos Centro Histórico, Alejandro González, que avisa de que el Ayuntamiento tiene por delante una intensa labor pedagógica en este asunto, propone implantar los denominados aparcamientos disuasorios, que ya funcionan en otras ciudades del país. Se trata de poner en marcha una bolsa de aparcamientos gratuita a una distancia prudencial del centro -esto es 10 o 15 minutos- para que los que lo deseen se dirijan a pie o en autobús.
Para ello, tienen claro que además de contar con líneas de autobuses “eficientes” y “lógicas”, como apunta la presidenta de Acoje, Nela García, es necesario que los servicios de lanzaderas de los autobuses urbanos funcionen todo el año. A la par, también plantea que estas conexiones se extiendan a otros emplazamientos de la periferia, y no solo a las explanadas del botellódromo,y darle más difusión. “Ya es hora de que se cuide más al corazón de la ciudad y que no se estrangule más a las zonas comerciales del centro”, apostilla.
González, por su parte, también cree que el Ayuntamiento está a tiempo de “no caer en los mismos errores que otras ciudades a la hora de peatonalizar” y por ello advierte que es tiempo de “marcar límites” y “porcentualizar” el uso del suelo público a la hora de fijar los espacios destinados para veladores. “Lo que más nos gusta del documento es que se va a realizar por fases y a largo plazo”, añade, apostando por empezar a meter mano donde es “más urgente” y donde la convivencia del peatón con el coche es inviable, como ocurre en Juana de Dios Lacoste, Liebre o Cordobeses.
Profundizando en el plan, propone clasificar el actual sistema viario del centro histórico en tres categorías, partiendo de la actual estructura. En primer lugar figura la red de vías básicas, que es la principal estructura de movilidad del centro, por donde circulan coches y peatones “sin restricciones”, aclara el director de Urbanismo, Benito García Morán, y que está conformada por calles que, por su anchura y su capacidad de tráfico, permiten el paso de vehículos y a la vez tienen una función peatonal importante al tener aceras anchas (Medina, Arcos, Ronda Muleros…).
Además, es la red por donde transcurren los autobuses y que da acceso a los aparcamientos públicos. En segundo lugar, se contempla como novedad una red de vías interiores, cuyo uso se reserva en exclusivo para residentes de una zona concreta, “con lo que el tráfico que se produzca en esa zona sólo será de gente del barrio”. “Esta red afianza la configuración del centro histórico por barrios, con lo que se potencia más la identidad de éstos con sus habitantes. Al reducir el tráfico rodado en determinados barrios se reservan los aparcamientos disponibles para los residentes, mejorando de esta forma la habitabilidad”, explica.
Y en tercer lugar, se propone la creación de una red de itinerarios peatonales, que tiene una doble vertiente: “por un lado, se aprovecha la red de vías básicas que tienen capacidad suficiente para compartir el uso rodado y peatonal, como ocurre con calles como Arcos, o Medina”. Por otro, se contempla la creación de una red de calles peatonales situada principalmente en la zona de Intramuros.
Lectores de matrícula para limitar el acceso de vehículos
Otra de las medidas que incluye este Plan y que vecinos y comercios ven con buenos ojos es limitar el paso de vehículos por los barrios del centro histórico, dejando tan sólo circular por estas zonas a los residentes. Una fórmula muy extendida en muchas ciudades.
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