Arcos

La crisis del Covid-19 desborda el trabajo en las asesorías laborales

A la tramitación de los ERTE se le suman la liquidación trimestral y la nueva declaración de la renta

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Las trabajadoras de la asesoría Julio Delgado siguen prestando servicio pero con limitaciones.

La asesoría Jiménez Toro está a tope estos días por el volumen de trabajo.

Si la crisis del coronavirus ha traído consigo uno de los peores momentos que las empresas recordarán en mucho tiempo, no es el caso del sector de las asesorías laborales, que literalmente están desbordadas de trabajo por la cantidad de expedientes de regulación temporal de empleo que se encuentran tramitando para decenas de empresas de Arcos.

Las asesorías laborales de la ciudad centran su trabajo, efectivamente, en la tramitación de los ERTE, pero sobre todo en el estudio de la ingente cantidad de decretos e información oficial que el Estado está emitiendo en muy corto espacio de tiempo.  “Es un sinvivir cada día, esperando qué llegará de nuevo”, explica el asesor Julio Delgado, que asegura que no hay día en que se produzca una modificación en Tesorería, Seguridad Sociales, Sepes, etc. provocada por la propia evolución del coronavirus.

Pero lo más triste del panorama es sin duda el cese de actividad que ya sufren varias empresas locales; empresas cuyo perfil es una economía prácticamente de subsistencia, con uno o muy pocos trabajadores y con una escasa capacidad de resistencia económica. Las empresas que han cesado han tenido que tramitar su baja a través de sus correspondientes mutuas.  

Además, las empresas que han cesado están abocadas a demostrar ante Hacienda que sus ingresos del último mes han caído en un 75 por ciento respecto a la medida de los últimos seis meses. En este punto, numerosas empresas no podrán justificar este extremo porque hasta marzo han funcionado prácticamente con normalidad. Por ello, están pendientes a los resultados económicos de abril para poder tramitar su solicitud en los primeros días de mayo, teniendo en muchos casos, no una bajada del 75 por ciento sino del cien por cien en su facturación.

Con este panorama, el sector de las asesorías laborales están no sólo afectadas por el aumento de la carga laboral, sino por la aceptación de gestiones que corresponden teóricamente a las administraciones públicas. Como ejemplo, los trabajadores que deben inscribirse en el Sepes a través de sus empresas lo hacen mediante sus asesorías, ocasionándoles carga de trabajo.

“Tenemos un extra de trabajo que, además, se ha unido desde el uno de abril a la liquidación del primer trimestre del año y a la campaña de la renta. Y todo ello con el problema añadido de cómo el cliente te entrega la documentación por las lógicas limitaciones de movilidad y medidas de seguridad”, señala Julio Delgado a ‘Viva Arcos’. El empresario mantiene abierta su oficina con cuatro trabajadoras, pero por seguridad recoge la documentación a las puertas del edificio.

En la misma situación se encuentra la popular asesoría Jiménez Toro. Su gerente, Manuel Jiménez, señala que las circunstancias no han dejado tiempo apenas a las empresas para plantear su trabajo telemáticamente. Además, destaca la responsabilidad que se deja en manos de las asesorías para gestionar las prestaciones de los trabajadores que van al desempleo. Para más inri, tampoco pueden atender al cliente como les gustaría por aquello de mantener las distancias y las medidas de seguridad a la hora de intercambiar documentación. El gerente de la asesoría no comprende cómo a día de hoy el Gobierno de la nación no ha respondido a la petición del colegio profesional para que en vez de liquidarse el trimestre de impuestos ahora como corresponde se haga de forma semestral en julio próximo.

Sin embargo, como dice el refrán, la situación de estas empresas es “pan para hoy y hambre para mañana”, pues después de la sobrecarga de trabajo vendrán meses muy duros con una escasa actividad debido al elevado número de empresas y autónomos que se dan de baja estos días, lo cual tendrá su reflejo a partir de mayo o finales de abril, cuando sus ingresos quedarán mermados con toda seguridad.   

En todo caso, y con independencia de los ERTE que se planteen, las empresas tendrán que seguir presentando su documentación ante los organismos estatales. Las asesorías tendrán que seguir realizando nóminas para que el Sepes sepa realmente qué tendrá que pagar a los trabajadores como medida compensatoria por la crisis.

“Estoy convencido de que remontaremos, pero no a corto plazo. Esto no una crisis como la de 2008, sino que se recuperará más pronto. Ahora los bancos están más saneados y tienen más capacidad que entonces. Pero las medidas del Estado en cuanto a la moratoria en el pago de la cuota de autónomo, de seguros sociales e impuestos es pan para hoy y hambre para mañana”, insiste Julio Delgado.

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