Andalucía

Grupo Sierra Nevada: Economía social empleadora

El Grupo Sierra Nevada se ha consolidado como una de las cooperativas más importantes de nuestra comunidad en los sectores de limpieza y servicios sociosanitarios, con presencia propia en casi toda la región o a través de su colaboración con otras cooperativas

Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai
  • Ángeles de la Plata, directora y socia fundadora de la cooperativa Grupo Sierra Nevada. -
Corría una época de crisis muy parecida a la actual cuando una docena de personas, mayoritariamente mujeres, se decidieron a generar su propio empleo y no depender de lo que hacían otros. Eran los inicios del Grupo Sierra Nevada y de las siete socias que se iniciaron como cooperativa, han ido conformando un conjunto de entidades con la filosofía de la economía social y la creación de empleo como meta para abarcar una amplia diversidad de actividades, desde su acción principal en el terreno sociosanitario y la limpieza, hasta la construcción, el mantenimiento o la formación.

Creación de empleo es la idea que emana del relato de Ángeles de la Plata, directora y fundadora de lo que hoy es el Grupo Sierra Nevada, que relata unos duros comienzos en una época de crisis en la que sus primeros servicios los ofrecían para limpiar comunidades de vecinos o tiendas, hasta que en el año 79 empezaron a ofrecer sus servicios a las instituciones públicas, primero a un ambulatorio y en el año 80 consiguieron hacerse con el concurso que les otorgaba la limpieza de todos los ambulatorios de la provincia de Granada.

Había empezado a conformarse una cooperativa cuya constante siempre ha sido dar solidez a la empresa a través de la fórmula del cooperativismo, sin repartir beneficios e incorporando permanentemente el capital al propio grupo, manteniendo y creando nuevos puestos de trabajo. “Los 34 años trabajados están en la cuenta de cada persona que trabaja”, apunta De la Plata, que aunque reconoce que en los primeros comienzos no había ni economista ni plan de viabilidad posible, sí que hacían las cosas “con sentido común”.

La historia del Grupo Sierra Nevada también está muy unida a la formación permanente. De las fundadoras, sólo una era universitaria, el resto tenía un nivel de formación muy bajo por lo que fueron pioneras al incorporar una profesora de EGB a la plantilla, “porque había quien firmaba con el dedo”. Hoy las cosas han cambiado y su nivel de formación no es sólo de los más cualificados, sino que el reciclaje es continuo en todos sus niveles, especialmente para garantizar la calidad en la prestación de los servicios y la cualificación de su personal, ahora tan necesario con la entrada en vigor de la Ley de Dependencia.

Dice Ángeles de la Plata que no se caracterizan por haber dado un salto cualitativo destacable sino que “hemos ido creciendo paulatinamente en empleo y facturación”, innovando cada día y estando presentes en las ferias del sector, consiguiendo la máxima clasificación. Y con una fórmula: una persona para gestionar y ser la interlocutora con el cliente, aunque las decisiones se tomen de forma asamblearia.

De los años 80 en la que se fueron consolidando en el sector de la limpieza, pasaron a la crisis de los 90, desembocando en el 92 en una crisis de tesorería. “Los huevos no se pueden tener todos en la misma cesta” dice para ilustrar su dependencia de las diferentes administraciones públicas a las que servían, aunque mantenían clientes privados, algunos incluso desde sus inicios. Aquí llegó su plan de diversificación: comenzaron a abarcar otras tareas, como el mantenimiento de los propios edificios que ya gestionaban en el ámbito sociosanitario y también para construir sus propios proyectos. “Hacíamos cosas en plan chapuza y optamos por crear una empresa, por la profesionalización”.

Nació Oprode Construcción, como sociedad limitada “para darle agilidad” pero funcionando, siempre, bajo los principios de la economía social. Y también se profesionalizaron en el ámbito sociosanitario, contratando a personal técnico y formando a sus propios trabajadores en las tareas de cuidado y atención a las personas. Reciclaje permanente, que se une a su preocupación por generar empleo, por lo que crean la Fundación para canalizar su obra social y promover la reinserción laboral.

El éxito del modelo comienza a verse a partir del 96 con la creación de la primera unidad de estancia diurna gestionada íntegramente por una cooperativa, aunque ahora son numerosas las existentes en la provincia de Granada, o la gestión de una residencia en Las Gabias, ya en 2002, o la creación de Iris en 2008, destinada a la limpieza y a servicios sociosanitarios y con un claro objetivo de inserción laboral, en el que el 60% son mujeres dedicadas al servicio de atención domiciliaria.

Ley de dependencia

La Ley de la Dependencia les ha venido bien pero Ángeles de la Plata reconoce que ya estaban por toda Granada con unidades propias o por concurso público, aunque ahora se han tenido que adaptar a la Ley y reciclar a sus trabajadoras. Pero no es un problema: su máxima es la calidad en la prestación de servicios, son bastante exigentes tanto en el ámbito personal (son los que más ratio tienen por usuario) como en las instalaciones que regentan, para ofrecer lo mejor pero a un bajo coste. “No somos de los más pagan” y mantienen los precios de la Administración pública incluso para sus plazas privadas.

Un salto que es la “guinda” a su trayectoria se da con la intercooperación, cuando comienzan a colaborar con otra cooperativa de sus mismas características, en este caso de Jaén, con Macrosad, para crear Trassa, una cooperativa de integración, de segundo grado, con la que comienzan a diversificar su trabajo (desde residencias hasta guarderías) y a operar por casi todo el territorio andaluz (salvo Huelva y Cádiz, tienen presencia en toda la Comunidad).

El problema se llama otra vez crisis. “Lo estamos pasando mal”, reconoce, sobre todo las empresas Oprode e Iris, que menos mal que tienen detrás a la cooperativa originaria, porque además de que las administraciones públicas les deben un dinero (un millón y medio de euros) y aún no pueden optar a algunos servicios derivados de la Ley de Dependencia, encima la banca “cierra el grifo”. Se muestra indignada al relatar cómo proyectos con avales y respaldados por plazas no consiguen financiación de las entidades financieras, cuando, defiende, la economía social es el mejor modelo para fijar empleo al territorio y prestar servicios de calidad -y certificada- y medioambientalmente sostenibles.

Reconoce que el futuro próximo es “negro pero somos muy constantes y seguimos para adelante”, aunque reconoce que no pueden seguir invirtiendo en nuevas construcciones con este ambiente a pesar de que los socios llevan dos años con el sueldo congelado. “Los 400 trabajadores no, esos tienen su convenio colectivo” igual que los que trabajan a través de Trassa, puntualiza.

Tiene claro que puden crecer, salir del bache, que seguirán trabajando con las administraciones públicas y centrados en mantener su cuota de mercado en todas las actividades. Y crecer en el ámbito sociosanitario, especialmente en la ayuda a domicilio, en el que están realizando un esfuerzo importante de capacitación del personal porque Andalucía es un “país” en el que el sector se ha desarrollado bastante y es un “bocado apetecible” para grandes corporaciones, cuando antes “sólo lo hacían las cooperativas y del territorio”.

A destacar, otro aspecto. Casi el 90% de sus socias y trabajadoras son mujeres, quizás porque es un sector laboral muy feminizado, aunque Ángeles de la Plata apunta al detalle: Oprode tiene una aparejadora y siempre se intenta que en las unidades haya un psicólogo y una psicóloga.

Pero es que las tareas directivas o las gerenciales también están en manos de mujeres, mayoría también en el Consejo Social o en el Consejo Rector. El fomento de la incorporación de la mujer al trabajo es una constante en la vida del Grupo Sierra Nevada aunque, como la vida misma, los planes de conciliación tienen más éxito a nivel laboral que en el familiar.

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN