Puede que el primer grafitero estuviera en las cuevas de Altamira y desde luego, el que crea que dibujando en la pared inventa algo, que se acerque a la tradición de los frescos en murales y monumentos, pero, luego está el momento y la personalidad. Al dibujo en las paredes de las ciudades se le llama ahora grafiti y arte urbano, y en Huelva, hay un nombre que destaca: Man o Matic, que hace referencia a los primeros robot pero, busca precisamente criticar al ser humano que se deja llevar de forma irreflesiva, según confiesa el mismo. Y él es Adrián Pérez Vázquez, onubense de 30 años, diseñador gráfico y por encima de todo, grafitero.
Su filosofía es actuar y trabajar constantemente porque sabe que “el grafiti no lo enseña nadie es una técnica que no tiene curso formativo reglado es en la calle a través de mucho pintar y exige mucho ensayo/error”. Man o Matic no ha tenido ningún tipo de formación de dibujo ni de bellas artes y todo ha sido a base de pintar y pintar y pintar. Pero, esto no quiere decir que no haga un trabajo serio y concienzudo. Este es el proceso: “El secreto es que trabajo a la hora de transportar el boceto a la pared a través de una cuadrícula para dimensionar el boceto la idea siempre a través de fotografías con una especie de collage que trabajo en casa me baso en ella tras el diseño que busca el concepto y la idea que quiero reproducir y una vez que lo tengo ahí lo traspaso a la pared”.
Pero, ¿hay un concepto de grafitero? Dice que “es muy gracioso porque se atribuye a todo el que coge un bote de espray, sea más bueno o más malo, tenga más respeto o menos o lo haga por una cosa u otra todos están envueltos en el halo de grafitero y verdaderamente hoy día más que de grafiteros hay que hablar de arte urbano e incluso hay grafiteros que no usan botes de espray, utilizan rotuladores, o impresiones de gran formato acoplando unas a otras y hacen murales inmensos con papel y cola de toda la vida y también se le consideraría grafitero o más allá arte urbano que es lo que hoy en día se hace y lo engloba todo y es un termino muy machacado que es lo que es arte que se muestra en la calle y tiene su carácter efímero”.
Asegura que pese a los años que lleva dedicado al asunto en serio, nunca ha recibido una multa, y tiene claro, que no todas las perdes son para pintar, que es bueno que haya espacios en blanco para “que respire”. Aunque el espray es su instrumento, está empezando a meter pincel, pero muy poco solo para detalles. Ahora bien, si el presente es del momento de consolidar el grafiti en Huelva, como se ha hecho ya en otras ciudades, y prestarle ayuda institucional, en el mismo, y de cara al futuro, lo más importante es saber a qué aspira Man o Matic: “Continuar con esto, en un momento dado salir de Huelva, no por necesidad sino porque me acaben reclamando en otras zonas, algo que hoy a través del internet es mucho más fácil de promocionarte, pero ante todo conseguir, que poco a poco se va consiguiendo expresar con el grafiti lo que tengo en mi cabeza, dar la calidad que yo busco y a través de eso, expresar ideas, dedicando más tiempo, más tiempo y más tiempo y que las obras tengan el resultado que a mi me gusta”.
Todo ello, “más allá incluso de lo comercial “, porque busca, dentro de la calidad, dentro de la idea y el concepto que quiere expresar, y eso “nunca se para de aprender, como es lógico, nunca se queda uno a gusto con las obras que hace, pero si que poco a poco se dan pasitos”.
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